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| REUTERS/Marco Bello/File Photo |
La DEA ha identificado a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación como las principales amenazas a la salud y las comunidades en Estados Unidos, y ha establecido una unidad dedicada a perseguir y desmantelar sus actividades de tráfico de fentanilo y metanfetaminas hacia el país.
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El reciente secuestro y asesinato de dos estadounidenses en Tamaulipas ha reavivado el debate sobre los cárteles mexicanos en Estados Unidos, y un grupo de legisladores republicanos ha pedido que sean catalogados como grupos terroristas, una medida que ha sido criticada por el presidente López Obrador, quien ha acusado al partido opositor de intervencionismo y ha anunciado una campaña de información en contra de ellos a través de la red de consulados de México en Estados Unidos.
"Si no cambian su actitud y piensan que van a utilizar a México por sus propósitos propagandísticos, electoreros, politiqueros, nosotros vamos a llamar a que no se vote por ese partido", afirmó.
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Después de algunos días, el canciller Marcelo Ebrard se trasladó a Washington para encontrarse con los cónsules del país en Estados Unidos y desarrollar una táctica de comunicación para refutar la sugerencia de los congresistas del partido opositor.
Este debate es solo uno de varios desacuerdos entre López Obrador y las dependencias de la administración estadounidense. El más reciente tuvo lugar con la participación del Departamento de Estado y su jefe, Antony Blinken.
"Tengo entendido que un republicano le preguntó a Blinken si en México dominaban los narcos y tuvo que decir que sí, que lamentablemente había regiones dominadas por el narco. Eso es falso", apuntó.