La Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió este viernes a Israel que detenga de inmediato su ofensiva militar en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, y advirtió que la situación actual derivada de esa operación militar implica un “mayor riesgo de causar un daño irreparable” a los palestinos para evitar un genocidio.
La orden de la Corte Internacional de Justicia aumenta aún más la presión internacional sobre un Israel cada vez más aislado para que frene su guerra contra Hamás en Gaza.
El fallo del viernes representa la tercera vez este año que el panel de 15 jueces emite órdenes preliminares buscando controlar el número de muertos y aliviar el sufrimiento humanitario en Gaza.
Si bien las órdenes son jurídicamente vinculantes, el tribunal no cuenta con policía para obligar que se cumplan.
La solicitud de alto al fuego forma parte de un caso presentado a finales del año pasado por Sudáfrica acusando a Israel de cometer genocidio durante su campaña en Gaza. Israel niega con vehemencia las acusaciones.
El caso tardará años en resolverse, pero Sudáfrica desea que se emitan órdenes provisionales para proteger a los palestinos mientras continúa la disputa legal.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también está bajo una fuerte presión interna para poner fin a la guerra, que se desencadenó cuando milicianos liderados por Hamás irrumpieron en Israel, matando a mil 200 personas, la mayoría civiles, y tomando cautivas a unas 250 más.
Miles de israelíes se han unido a las manifestaciones semanales pidiendo al gobierno que llegue a un acuerdo para traer a los rehenes a casa, por temor a que se acabe el tiempo.