Ismail Haniyeh, líder internacional de Hamás y jefe en el exilio, mantenía lazos con aliados regionales. Aunque con un rol militar menor, fue marcado como objetivo por Israel tras el ataque sorpresa del 7 de octubre. Murió a los 62 años en un ataque aéreo durante una visita a Irán.
Irán y Hamás culparon a Israel, que no comentó sobre el ataque. Este asesinato fue el de mayor nivel desde los ataques de octubre, que iniciaron una guerra devastadora entre Israel y Hamás, resultando en más de 39 mil muertes palestinas según el Ministerio de Salud de Gaza.
Haniyeh, exiliado desde 2019, era visto como relativamente moderado y apoyaba una solución de dos estados, aunque rechazaba reconocer a Israel. Establecido en Qatar, coordinaba entre la rama política y las Brigadas Qassam de Hamás, aunque no participaba directamente en acciones militares.
El ataque del 7 de octubre fue planeado por líderes dentro de Gaza, incluyendo Yahya Sinwar y Mohammed Deif, con solo unos pocos comandantes al tanto. Haniyeh apoyó y elogió el ataque, viéndolo como un golpe a Israel.
Haniyeh tenía un papel predominante en la diplomacia y propaganda de Hamás, pero no en los asuntos militares. Israel prometió eliminar a todos los líderes de Hamás, incluyendo a Haniyeh, quien también era buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. A pesar de las amenazas, continuó viajando y participando en negociaciones durante la guerra.
Las represalias israelíes resultaron en la muerte de varios familiares de Haniyeh, a lo que él respondió acusando a Israel de venganza y asesinato.