Pavel Durov, fundador y director general de la popular plataforma de mensajería cifrada Telegram, fue arrestado el pasado sábado en el aeropuerto de Le Bourget, Francia, tras aterrizar en su jet privado procedente de Azerbaiyán.
La detención, llevada a cabo por la Gendarmería de Transporte Aéreo (GTA), se produjo alrededor de las 20:00 horas y sorprendió a Durov, quien estaba acompañado por su guardaespaldas y una mujer.
El arresto de Durov fue resultado de una orden de registro emitida por la Oficina Nacional de la Policía Judicial francesa (OFMIN), basada en una investigación preliminar que lo vincula con una serie de delitos graves, entre ellos, complicidad en el tráfico de drogas, delitos contra menores, estafas y blanqueo de dinero.
Según fuentes cercanas al caso, Telegram ha sido señalado por su falta de moderación y cooperación con las autoridades, lo que ha convertido a la plataforma en un canal clave para el crimen organizado.
La orden de registro fue activada al momento en que Durov, de 39 años y de nacionalidad franco-rusa, puso pie en territorio francés, un país que había evitado durante años debido a su condición de persona non grata.
Durov, quien solía viajar principalmente a los Emiratos Árabes Unidos, países de la antigua URSS y América del Sur, fue notificado y puesto bajo custodia policial por los investigadores de la Oficina Nacional Antifraude (ONAF), adscrita al departamento de aduanas.
Se espera que Durov sea presentado ante un juez de instrucción, quien podría formalizar cargos por terrorismo, complicidad en el tráfico de estupefacientes, estafa, blanqueo de dinero y distribución de contenido delictivo infantil, entre otros.
Según fuentes policiales, su detención preventiva parece inevitable, dada la magnitud de los delitos imputados y los recursos financieros de Durov, que podrían facilitar su fuga.