La triatleta belga Jolien Vermeylen ha revelado su experiencia al nadar en el río Sena durante el triatlón de los Juegos Olímpicos de París 2024. La atleta describió la situación como “desagradable” y criticó las afirmaciones de que el río estaba limpio para los competidores. Vermeylen expresó su descontento con las condiciones del agua, afirmando que vio y sintió cosas que no quiere recordar, de acuerdo al Daily Mail.
Controversia sobre la limpieza del río
A pesar de una inversión de 1.4 mil millones de euros (alrededor de 29.33 mil millones de pesos) para limpiar el Sena, el río aún tenía niveles de bacterias E. coli diez veces superiores a los permitidos en junio. La triatleta subrayó que, a pesar de las promesas de los organizadores, la seguridad de los atletas no parecía ser una prioridad. “El Sena ha estado sucio durante cien años, por lo que no se puede decir que la seguridad de los atletas sea una prioridad,” dijo Vermeylen.
Postergación y decisiones controversiales
El triatlón femenino fue pospuesto tras los primeros tests, que mostraron que el agua no cumplía con los estándares requeridos. Sin embargo, la competencia se llevó a cabo el 5 de agosto con una prueba de relevos mixtos. Vermeylen, que terminó en el puesto 24, comentó sobre la posibilidad de enfermarse debido a la ingestión de agua contaminada y mencionó que había tomado precauciones, como consumir probióticos.
El director general de París 2024, Etienne Thobois, no ofreció disculpas a los competidores, sino que insistió en que se había hecho todo lo posible para garantizar que el Sena fuera apto para la natación. La limpieza del río había sido una promesa hecha en 1990 por Jacques Chirac, entonces alcalde de París, pero no se logró cumplir completamente. Los habitantes de la ciudad incluso amenazaron con defecar en el río en protesta por la falta de resultados.