Las jardineras y camellones de importantes avenidas de la Ciudad de México presentan un aspecto desolador, con plantas, flores y arbustos marchitos y secos. Esta situación es consecuencia directa de la falta de mantenimiento durante un periodo de tres meses, un problema que se originó tras la eliminación de un programa mediante el cual empresas privadas contrataban trabajadores para el cuidado de estas áreas verdes.
En enero, numerosos trabajadores dedicados al mantenimiento de parques y avenidas se manifestaron en la avenida Reforma. La causa de su protesta fue la derogación del artículo 291 Bis del Código Fiscal de la Ciudad de México, una medida que suprimió un esquema de adopción y cuidado de espacios verdes por parte de empresas particulares. Esta derogación provocó un despido masivo del personal encargado de las labores de jardinería, paisajismo y riego.
La avenida Cuauhtémoc, que hace cuatro años experimentó una transformación estética al incorporar jardineras con lavandas y romeros, hoy muestra signos evidentes de abandono. A lo largo de su extensión, desde la estación del Metro Cuauhtémoc hasta Metro Sevilla, se observan extensas zonas donde las plantas de lavanda están completamente secas, mientras que en otras, las puntas comienzan a adquirir una tonalidad amarillenta.
Un recorrido realizado por El Sol de México confirmó el deterioro de la vegetación en diversas zonas. En las inmediaciones del Metro Balderas, los camellones lucen secos y descuidados. Moisés Palacios, un vendedor de flores con siete años de experiencia en la zona, señaló que desde octubre percibió la suspensión del riego y el mantenimiento de las jardineras y camellones.
Palacios relató que los trabajadores uniformados con chalecos verdes, quienes se encargaban del riego y la plantación, dejaron de acudir después de los meses de octubre y noviembre. Aunque algunas áreas verdes persisten gracias al riego ocasional de los comerciantes, la avenida en general presenta un aspecto de sequedad. Las lavandas y los arbustos, a simple vista amarillentos y sin flexibilidad, son las especies más afectadas, y el pasto liriope en algunas zonas también comienza a marchitarse, al igual que los magueyes cerca de Metro Sevilla.
El comerciante de flores recordó que durante la administración anterior, el mantenimiento era más constante, incluyendo el cambio de plantas y la reposición de piedras. Esta situación de abandono no se limita a la avenida Cuauhtémoc, sino que también se extiende a varias secciones del emblemático Paseo de la Reforma, un corredor turístico que habitualmente se adorna con flores de temporada en diversas festividades.
Una comerciante de la zona de Reforma lamentó la ausencia del personal de jardinería durante meses, quienes antes realizaban labores de poda, aportaban piedra y fertilizantes, regaban y en general mantenían los jardines. Raúl Basulto, secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México (Sobse), confirmó que la eliminación del programa de adopción de camellones resultó en la falta de atención en algunas áreas durante los primeros tres meses del año.
Basulto informó sobre el lanzamiento del programa social Reverdeciendo la Capital 2025, con el cual la Sobse asumirá la responsabilidad del mantenimiento de un millón de metros cuadrados previamente atendidos por empresas. La Dirección General de Servicios Urbanos ya está registrando y capacitando al personal encargado de este programa. Sin embargo, las áreas verdes alrededor del Monumento a Cuauhtémoc también reflejan el abandono, con arbustos secos y apenas la supervivencia de algunas especies.
Especialistas en arbolado urbano expresaron su pesar por la pérdida de especies como lavandas, romeros, lirios y agapandos, que embellecían las principales avenidas. José Carlos Martínez, de Reforestamos México, atribuyó la sequedad de estas plantas a las altas temperaturas y la falta de riego, lo que debilita a las especies. Subrayó la importancia de capacitar adecuadamente al personal encargado del reverdecimiento y considerar la plantación de especies nativas, más resistentes a las condiciones locales.
El ingeniero forestal David Valdez, de Ciudad Bosque, señaló que en camellones con suelo superficial y escasos nutrientes, como los ubicados sobre estaciones de Metro, se deberían considerar especies cactáceas que requieren poca agua. Advirtió que el suelo donde se plantaron lavandas y lirios no era adecuado por su falta de retención de agua, por lo que cualquier intento de rescate debe basarse en estrategias adaptadas a cada tipo de suelo y la disponibilidad de agua.