Han pasado más de 6 meses desde la detención de Emmanuel “N”, uno de los tres policías de Tala, presuntamente relacionados con la privación de la libertad de uno de los dos rescatados del rancho Izaguirre. Su esposa de nombre Belén, decidió romper el silencio y aseguró que su pareja y padre de sus tres hijos, es inocente.
El 15 de septiembre, Emmanuel “N”, estuvo comisionado en el Centro Administrativo de Tala (CAT) al igual que uno de sus compañeros. Ese mismo día, uno de los dos rescatados del rancho, fue detenido por policías municipales en la delegación de El Refugio en esa misma localidad cañera.
Posteriormente los uniformados presuntamente lo entregaron a sujetos desconocidos que lo llevaron al Izaguirre, en Teuchitlán, usado como supuesto centro de adiestramiento de la delincuencia.
Tres días después, es decir el 18 de septiembre, se presentaron al inmueble elementos de la Guardia Nacional, los cuales habían recibido reportes de detonaciones de arma de fuego. Al llegar fueron recibidos a balazos y tras un enfrentamiento, capturaron a 10 hombres, rescataron a otros dos, además encontraron un cadáver emplayado.
Uno de los rescatados en su declaración dijo que lo habían entregado policías municipales.
El 15 de octubre, la Fiscalía realizó un operativo en las instalaciones de la Comisaría de Tala y detuvo a Emmanuel, quien se encontraba de servicio. En ese momento no supo el motivo de su detención, hasta que se le notificó su presunta relación en la desaparición del rescatado.
“Por medio de una llamada telefónica que él nos hizo, la cual se le permitió hacer y de ahí ya se desenlaza todo y tuvimos que ir a buscar ayuda”, relató Belén, sobre la manera en cómo se enteró que fue detenido.
El ofendido habría identificado a Emmanuel, así como a los ex policías José Antonio “N” y Gabriel “N” -que actualmente están vinculados a proceso- en unas mini fotografías de un centímetro de alto.
La defensa de Emmanuel presentó como prueba, la fatiga -como se le llama a la lista de asignación de servicios de los policías- en la que se establece que el día de la detención del rescatado, él estuvo comisionado en el CAT. También presentaron su geolocalización, la cual también indicó que estuvo en ese mismo punto, lo cual fue respaldado por dos testigos, pero nada de eso fue suficiente para el juez, que el 23 de octubre lo vinculó a proceso por desaparición forzada.
Belén aseguró confiar en la inocencia de su esposo, quien tiene una trayectoria de 17 años como policía de Tala y Tlajomulco de Zúñiga.
“Él va a demostrar que es una persona inocente, con todos los hechos, con todas las pruebas y porque él es una persona recta. Firmemente le puedo decir que es inocente”, señaló entre llanto.
Pese a la situación que vive, Emmanuel aún confía en la justicia y en que todo se resolverá a su favor, por encima de la presión social por el caso, según explicó su esposa.
“Él confía también en los procesos y él sabe que es una persona inocente y que todo esto se va a aclarar. Tal vez llevará tiempo, pero de nuevo lo tendremos con nosotros, porque él no participó en ese hecho. Se están diciendo cosas que no son ciertas y sabemos de la parte de nosotros que él es una persona ajena a lo que pasó”.
También indicó cómo han sido estos meses para su familia, luego del escándalo por el rancho Izaguirre, en el que se han puesto los ojos del mundo.
“Ha sido un tiempo difícil porque nosotros sabemos de su inocencia y que es injusto que esté ahí. Es un hombre que se dedicaba a su casa, a su trabajo y sigue un proceso, el cual es difícil para nosotros, sí es difícil para mis hijos también, ya que física, económica y moralmente estamos mal”.
Desde entonces la vida le cambió a la familia del elemento. Ahora es Belén la que trabaja para sacar adelante a sus hijos: dos menores y un mayor.
“Mis hijos están muy tristes. No comprenden mucho el caso, pero creen en Dios”.
Ella dijo confiar en la justicia y en que todo se aclarará para que su familia vuelva a estar completa y unida.