La madre de un sobreviviente de los horrores perpetrados en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, y conocido por las víctimas como la "escuelita del terror", ofreció un testimonio escalofriante sobre las prácticas inhumanas que se llevaban a cabo en ese lugar. Durante una entrevista, María de Jesús Solís, miembro del colectivo de búsqueda "Luz de Esperanza", relató que los individuos reclutados eran forzados a cometer actos de extrema violencia, incluyendo el asesinato entre compañeros y el canibalismo. La frase "sin cuerpo no hay delito" era una máxima impuesta, obligando a las víctimas a desaparecer los restos de aquellos a quienes habían asesinado.
La denunciante también señaló la inacción de las autoridades estatales ante las reiteradas advertencias que su colectivo había emitido durante los últimos tres años sobre la existencia de estas "escuelas del terror" operadas por el crimen organizado. Su propio hijo fue una de las víctimas, siendo llevado junto con otros 14 jóvenes de su comunidad a Puerto Vallarta. De ese grupo, solo su hijo y otro lograron sobrevivir tras un periodo de adoctrinamiento forzado en el que fueron obligados a realizar actos atroces para mantenerse con vida. El trauma que sufrió su hijo al regresar a casa es una muestra de la brutalidad experimentada en dicho lugar.
El descubrimiento del rancho Izaguirre como un campo de adiestramiento y la localización de tres presuntos crematorios clandestinos el 5 de marzo conmocionaron a la opinión pública a nivel nacional e internacional. Este hallazgo, resultado de un operativo de búsqueda liderado por el colectivo Guerreros Buscadores tras recibir una denuncia anónima, vinculó directamente el inmueble con las actividades del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La naturaleza de las instalaciones y los testimonios de los sobrevivientes pintan un panorama de terror y violencia extrema.
Inicialmente, la Fiscalía General de la República (FGR) había descartado atraer el caso, pero ante la gravedad de los hallazgos y la presión mediática, su titular, Alejandro Gertz Manero, anunció que la dependencia federal tomaría las riendas de la investigación. Gertz Manero informó que, una vez concluidos los peritajes forenses, el lugar sería abierto al público para que cualquier persona interesada pudiera realizar sus propias indagaciones y extraer sus conclusiones, independientemente de los resultados oficiales que arroje la investigación de la FGR.